El 15 de marzo de 1975, BMW resolvió su conflicto comercial en EE.UU., lo que permitió a su equipo de carreras competir en las 12 Horas de Sebring bajo el nombre de BMW Norteamérica. Con pilotos como Hans Stuck, Brian Redman y Sam Posey, el 3.0 CSL logró una victoria espectacular, marcando el inicio de una exitosa era para la marca en Norteamérica.
Este triunfo no solo reforzó la reputación de BMW como fabricante de alto rendimiento, sino que también impulsó su presencia en el mercado estadounidense. A partir de ahí, el lema “The Ultimate Driving Machine” se convirtió en un ícono de la identidad de la marca.

Revive los momentos más icónicos de la victoria en Sebring y el legado del BMW 3.0 CSL en nuestra galería de imágenes.
Publicado 12 de Febrero, 2025